Fidel Castillo, de las calles de Jaén al circuito de Monza
El piloto jiennense es la joven promesa del automovilismo en España
Fidel Castillo (Jaén, 2001) se ha ganado a pulso la etiqueta de "joven promesa" del automovilismo. No solo de Andalucía, sino de todo el país. El joven piloto, líder del equipo Wolf Racing-Ascari Academy, fue el único español que compitió el pasado fin de semana en el Campeonato Sport Prototipos, celebrado en el ilustre circuito italiano de Monza. Obtuvo la décima posición, un puesto nada desdeñable teniendo en cuenta que fue el tercero de entre todos los rookies (debutantes).
"Llegaba un poco nervioso al ser mi primera gran competición, pero salimos más que satisfechos. La mayoría de los rivales habían participado en varios campeonatos y se conocían los circuitos de memoria. En cualquier caso, creo que tengo posibilidades de 'dar guerra' por la parte alta de la clasificación", valora el joven piloto. De hecho, tres días después de su carrera en Monza, logró situarse entre los mejores pilotos en los tests del circuito de Missano, también en Italia.
Fidel entró en contacto con el mundo del motor gracias a Bujarkay, la empresa de su padre, relacionada con el sector del automóvil. "Tuve la oportunidad de sentarme al volante y me sentí muy cómodo cambiando marchas. De eso hace un par de años. Hasta el año pasado me tomaba la conducción como un hobby, como una manera de desconectar de los los estudios. Pero finalmente apostamos fuerte y decidimos meternos de lleno en competición".
TRABAJO, MÉTODO Y SACRIFICIO
La Fórmula 1 se considera uno de los deportantes más exigentes física y mentalmente. Fidel es consciente de ello, por eso cuenta con un equipo de fisios y de preparadores físicos a su disposición. En concreto, con los profesionales Sano Jaén, un conocido centro de entrenamiento personal. "Me están dando mucha caña para que rinda al máximo nivel. De la preparación mental se ocupa mi entrenador personal, Lars Dandanel, que ha sido campeón en varias categorías y sabe lidiar con la presión de cada carrera".
Otro de los aspectos que más llaman la atención del joven piloto es su capacidad para compaginar las exigencias de la competición con el rendimiento académico. Él mismo reconoce que no es fácil, por eso casi todos sus compañeros han abandonado los estudios. "No va a ser mi caso. Mi deseo es ser ingeniero a la par que piloto. Quiero competir, pero con un título bajo el brazo". Y buena prueba de ello es su reciente preadmisión en el Motor & Sport Institute (MSI), un centro internacional de alto rendimiento para deportistas ubicado en Madrid. Si todo va bien, allí se trasladará en septiembre de este año.
En cuanto a la competición, la joven promesa tiene claras sus prioridades. "Este año me lo he planteado como un año de aprendizaje para, de cara al año que viene, participar, por ejemplo, en un campeonato de F3", afirma. "La verdad es que ahora mismo solo tengo la mente puesta en esta competición. En septiembre nos reuniremos todo el equipo y decidiremos competir en GTs, en fórmula o en el torneo que sea".
Fidel concluye la conversación con este periódico digital dando las gracias al Circuito Ascari y al resto de patrocinadores. "Les debo mucho. Sin ellos no estaría aquí", admite. A pesar de su juventud se expresa con una seguridad perfectamente compatible con su talante humilde. Algunos dicen que justo ahí radica la clave del éxito. Sea como fuere, en los años venideros oiremos hablar bastante de él. Démosle tiempo.
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